sábado, 18 de octubre de 2008

EL ESPEJO

Es temprano. Natalie aun duerme y no quiero despertarla. También los niños.Recorro los pasillos del pequeño departamento a total hurtadillas. Sé que no es bueno lo que estoy haciendo y es por eso que, cuidadosamente, oculto cualquier posibilidad de ser descubierto. Este es mi momento, intimo, el único donde soy protagonista y cómplice a la vez. Somos una familia común, diría, hasta vulgar. Rutinas constantes de pequeños burgueses con más obligaciones que derechos. Mas miserias que “glamour”. Un trabajo promedio y sin desafíos. En fin, a decir de los “Pink Floyd”, “un ladrillo más en la pared”. Este es el único momento de mi día, que me estimula, y por el que, a costa de aumentar el tiempo disponible, ya pocas son las horas de sueño o de atenciones maritales. No enciendo la luz del pequeño cuarto de trastos y fusilerías. La intención, en definitiva, no es que el vetusto espejo devuelva la caricatura que es hoy mi imagen, sino todo lo contrario, lograr ver a través de él. Todavía no pude descubrir como llego a mí poder. Nadie en su sano juicio regalaría algo tan sin gracia, y en tal deplorable estado. Poco tiempo atrás llamo mi atención, entre las vituallas, como escondido pero, a todas luces, intentando ser descubierto. Algo inexplicable dentro de mí, impidió que terminase esperando el paso del recolector de basuras. Y algo más inexplicable aun, me arrastro a mirar más allá de su reflejo, disparando niveles de fantasía e imaginación que jamás creí poseer. Desde ese día, todos y cada uno, fueron cada vez más tempraneros encuentros. Solos, él y yo. A veces, hago desesperados intentos por no sucumbir a este ritual ya adictivo, que me va transformando paulatinamente en un ser, cada vez más, oscuro y taciturno. Pero la visión que propone, de esta otra dimensión, es un influjo magnético, una mezcla sado-masoquista imposible de resistir. Envuelto en devaneos y a falta de luz, tropiezo, y ante la posibilidad de ser descubierto, una corriente fría me recorre el espinazo, mas por preservar, que por temor a represarías. Natalie es una buena mujer y mejor esposa aun, no merecería saber de mi falta de entusiasmo para con nuestra vida. De la frustración que me embarga y aumenta día a día, al ir convirtiéndome en un voyeur envidioso de este alter ego, un sosias carismático de buen vivir que espío a través de la ventana indiscreta a otro estado de tiempo y espacio. De este “yo alternativo” que habita del otro lado. En un principio, observaba impávido creyendo que solo era una alucinación, una manifestación creada para convertir una realidad chata en otra plena. Luego, un día me descubrió de la misma manera que yo a él, con igual sorpresa e incredulidad. Entonces entendí, o que era real, o que definitivamente el desquicio estaba tomando por asalto mi psiquis. En los primeros aprontes solo fisgoneábamos a hurtadillas. Supongo que tratando de dar veracidad a lo que cada uno de nosotros veía reflejado. Luego, paulatinamente comenzamos a aceptar y permitirnos espiar las diferentes realidades. Sin saber bien como, empezó la comunicación. Fue fácil llegar a las confesiones. El, era yo mismo. Su modo de vida, era la que había soñado para mí. El intercambio de estados y acciones, termino convirtiéndose casi en un constante monólogo de su parte, y no pude reparos ni intente modificar eso, con grandes ojos deseosos, hipnotizado, sucumbía a las formas emocionantes y glamorosas de vida de este bon vivant. Un trabajo excitante y con una por demás onerosa remuneración. Como consecuencia directa, absolutamente todos los placeres posibles, le eran concedidos a capricho y derecho. Con cada día, una historia, y con cada historia una nueva aventura, aun contadas desde una mundana humildad, iba generando en mi una insipiente envidia cada vez mas malsana e imposible de ocultar. En los días que por eventos o citas, retrasaba su llegada, mi ansiedad en su espera solo podía compararse a la que sentía en las primeras épocas de noviazgos, cuando ante cualquier pequeño retraso en la llegada de Natalie, mis nervios rozaban la psicosis. A su llegada, escondía la ansiedad solo para no resultar tan mediocre, pero él siempre, aun con el cansancio a flor de piel, hacia un espacio de tiempo para contarme las venturas del día, y en aun hasta en las quejas no cejaba de añorar sus “problemas”. Un día descubrí algo que desencadeno el paradojismo. En un gesto incontrolado por tocar su mundo, mis dedos se desmaterializaron a través del vidrio hacia en otro lado. Casi como golpeado por una carga eléctrica, nerviosamente comencé a probar una y otra vez, armándome de valor en cada intento, hundiendo mas de dedos a mano, de mano a antebrazo a caer en cuenta que podría ingresar completamente mi cuerpo hacia el otro lado del espejo. Tampoco tardamos demasiado en desarrollar un nuevo juego. Era la obviedad que en cualquier momento terminaríamos en un intercambio de vidas, donde juraríamos un juego de roles cambiados y con beneficios compartidos. Cada uno de nosotros obtendría lo faltante. Para mí, los placeres carentes, para él, la paz tan lejana a su agitada existencia. Ambos obtendríamos lo mejor de cada mundo, y en ambos, la plenitud. Teniendo cada cosa que queríamos, en el momento deseado, y cada freno a disposición también. Acción y relax. Día a día, intercambiábamos trajes, y día a día, se tornaba más difícil para mí, regresar de este viaje. A veces tardaba más de lo acordado, pero no parecía importarle demasiado. También de a poco, las cosas comenzaron a verse mucho mejor en mi casa. Natalie, brillaba, se la veía feliz y se distinguía que la rutina ya no afectaba tanto. También el cambio con los niños era evidente, el aumento en la comunicación era notable y las manifestaciones de cariño a mi arribo del trabajo eran el síntoma de la mejoría. Todo iba cada vez mejor en ambas caras del vidrio. Era el sueño cumplido. La perfección. Lo mejor de ambos mundos a disposición y plenitud total. Tengo y tiene, mujeres y a Natalie. A necesidad, el cambio de rol. El vivir a full, y la paz de hogar. Los lujos de la opulencia y estabilidad emocional que da la tranquilidad de no estar todo el día corriendo detrás del lucro para mantenerlos. Todo iba cada vez mejor. El día de hoy ha sido largo y cansado. Luego de retirarme de la empresa, tome unos tragos junto a clientes nuevos de una importante empresa de exportaciones. La espectacular secretaria invita con la mirada a continuar lejos del bullicio, pero a decir verdad hoy estoy demasiado cansado. Basta por hoy. Solo quiero volver rápidamente y cruzar portal hacia la paz. Ansiosamente recorro la distancia hacia el pent-house, dejo las ropas y me siento esperando frente al espejo que él llegue a cambiar los roles nuevamente. Las horas pasan sin que de muestras de llegar. Solo veo mi reflejo cada vez con más síntomas de un acentuado cansancio. No recuerdo cuando mis ojos vencidos se cierran en la espera. Otro día más de espera. Otro de los ya muchos. Mi reflejo ya no es tan pleno, ni relajado. Ojeras profundas y una barba prominente, es todo lo que devuelve. Cada tanto llevo las manos hacia él, tocándolo ansioso y a la espera que este vuelva a abrirse a la otra dimensión, pero solo encuentro la impenetrabilidad de la materia como respuesta. Cada tanto arranco gritos y llantos, exigiendo la inmediata devolución de mi vida. La del otro lado. Quiero devuelta mi rutina. Mi familia. La mujer que amo. Por favor, lo quiero de vuelta conmigo. Día a día voy perdiendo todo. Día a día, aun la cordura. Día a día, todo se va poniendo más difuso y lejano. Ya es de noche. A paso cansino, y apenas arrastrando los pies, recorro los pasillos desde el cuarto a la sala de estar, donde paso los días. Me acurruco dentro de la bata de toalla, manchada de vómitos y babas. Apenas escapo a la guardia de enfermeras. Siempre están preocupadas por mantenerme en la cama a costa de pequeñas grageas. A falta de espejos, me siento en la mecedora, frente a la ventana, que gracias a la oscuridad de la noche logra devolverme mi reflejo desmejorado. Y espero en silencio. Una y otra noche, espero.No sé de qué lado del reflejo estoy, pero espero.

SINFONÍA EN ABSTRACTO


La brisa tenue llegaba con aromas naturales.

Los pequeños promontorios de macizos se perdían en el horizonte, confundiéndose con la oscuridad de los nubarrones aserrados y daban una imagen fantasmal a..., el ya desahuciado día.

Sentado a babuchas del barandal de la cabaña..., meditabundo y sumergido en pensamientos para nada profundos..., dejaba pasar los tiempos que quedaban hasta el inevitable fenecer del día...., y el  natalicio estelar infinito.

El molesto timbre del celular..., destroza las importantes conclusiones que a duras penas lograba sacar sobre la levedad del ser..., la curvatura del espacio-tiempo y la cantidad de minutos necesarios para cocer un huevo poché....., quién osaría detener la trascendencia de tamaños pensamientos????, ...era lo que mascullaba entre dientes..., mientras me recuperaba del porrazo que por torpe recibí al perder el equilibrio y caer de la baranda...., mientras me dirigía a atender.

Una voz ronca contesta a la inquisición de mí

-quieeeeén eeeees....???, con una no menos inquisidora respuesta...,

-soy yo, pedazo de alcornoque..!!!..., la única persona en este mundo que sabe de tu hipotética existencia..,  desde hace ya más de 3 décadas....!!..., y...., hurgando en mi memoria con un supremo esfuerzo..., relaciono la voz con el que creo es un ser con el que estamos genéticamente emparentados..., mi hermano..., por suerte..., el único que tengo.

Sin protocolos, ni salutaciones previas..., me informa que el motivo de su llamado es hacerme saber que en sus manos tiene a mi disposición una carta..., una rara carta....., sin remitentes, ni sellos, que sirvan para identificar al emisor y..., solo esta mi nombre como su destinatario.

-La quieres..., o le doy un uso más práctico???..., como usarla para emparejar la pata de alguna mesa poniéndola debajo.....!!!...,pregunta haciendo gala de una forma no demasiado aguda de sarcasmo.

-Si podes vencer el notable proceso de destrucción sináptico que te aqueja..., podrías hacer el bien de acercarla...!!!...,le contesto en una respuesta no más elaborada que su pregunta.

-En cuanto aprenda a volar el helicóptero que jamás voy a comprarme, la llevo…, salvo que entrene presto una paloma para mensajería…, eremita desaprensivo...!!!, retruca, llevando ya el coloquio a un nivel solo digno de dos seres en etapas de lactancia.

Debería haberle dicho que lo destruyera..., y de hecho..., se lo hubiese ordenado..., si el sobre..., habría expuesto la identidad de su remitente...., sin mediar fuese de mi conocimiento o no..., pero..., siempre el destino marca las cartas..., y no hay artilugio que puedas hacer para evitar sus armadijos.

Es verdad..., hace ya más de treinta años opte por hacer un culto del libre albedrío y escapar de la vida en sociedad..., ya cansado de la tontería extrema...., la frivolidad...., el avasallamiento que la sociedad de consumo genera sobre las libertades individuales..., y...., el precio de las verduras, que cosecho en mi quinta más frescas, económicas y sin conservantes, ni pesticidas..., que catzo....!!!, pero bueno…, finalmente primó la curiosidad..., y maldita sea......

-Bueno, envíala por favor, junto a la próxima encomienda que despaches, si no te hernias, por supuesto....!!!

-Listo.....!!, ¡en cuanto termine de armar la bomba caza bobos que explorará cuando abras el paquete, la envío...!!

Despido entonces a mi hermano...., haciéndole acordar la callejera y nocturna profesión de nuestra madre...., como también los genitales de una hermana que jamás tuvimos pero..., que siempre traemos a colación.

Da gusto ver el buen trato que nos dispensamos. Un dechado de buenos modales adquiridos en la High School  suburbana..., de la más rancia alcurnia.

Igual..., no reniego de ello, sino lo contrario. Agradezco el haber sido criado en ambos lados del espectro social. Sirvió para aprender. Para entender como se digitan y adoctrinan subterráneamente a las clases...., como expone la mecánica de la ingeniería de lo panóptico..., como clarifica la dialéctica de Foulcault en sus obras sobre el saber, el poder..., “Vigilar y castigar”......, como se las logra enfrentar, inculcando subliminalmente las grandes diferencias culturales y de necesidad, guerra de clases en las batallas de los derechos.

La curiosidad transformada en impaciencia...., no dura demasiado. La importancia de los devaneos que dejé incompletos...., centran nuevamente..., mis atenciones más urgentes.

Elegí una buena vida...., y me lleno de orgullo por hacerlo...., en el sitio que siempre quise estar...., viviendo de la forma que siempre anhelé..., y estando lo más cercano posible a la felicidad.

Y hablo de felicidad, no de diversión..., cosa que las gentes-entes-masa en los avances de los tiempos..., y de las imágenes que venden los medios de comunicación-difusión-industria de la agnotología...., cada vez destruyen más..., en su propaganda Goebbeliana generadora de complejos que afectan los sistemas psico neurales en la constante inercia de la frustración e insatisfacción...., de la constante en la lucha por el horizonte siempre a la vista..., pero en avanzar siempre cubriendo los espacios de a mitades de las mitades de las mitades.  

La felicidad en la constante de sublimación...,en el pensamiento de Freud. 

La mescla heterogénea de vivencias..., de conflictos y..., el estar bien con uno mismo y sus acciones.

La felicidad..., como un conjunto complejo de venturas y desventuras, que dan la resultante de ganancias en experiencias..., aun desde los fracasos..., porque el fracaso enseña que es el miedo..., el verdadeo miedo..., el que se produce al no poder construirse como un ser completo y sin complejos...., uno que puede reconocerse siempre...., el que es..., uno mismo.

Cuando levanto la vista...., miro el poniente..., veo las cumbres irregulares y de puntas blanquecinas..., sé que aprendí..., lo que es ser feliz..

Cuando no siento arrepentimientos..., y entiendo que no deje deudas en mi paso..., soy feliz.

Cuando en los recuerdos aparecen las caras de los queridos..., que ya no están, pero viven en mi..., en los recuerdos que ninguna falta de memoria puede hacer desaparecer..., soy feliz.

Soy feliz desde el día que no quise dejarme convencer que la diversión es el todo..., cuando en realidad es una excusa para no pensar quien se es en realidad y tener que asumir carencias, discapacidades y limitaciones existenciales..., que el tener cosas materiales en cantidad..., es divertido..., cuando en realidad es compensar la escasez con una imagen sin contenidos...., que mirar para otro lado a los males de la humanidad..., negar todo escondiéndome tras el pasatismo y los vicios..., es un anticuerpo que el sistema psico neural construye para evitar verse infectado en el verse asumiéndose como parte afectada.  

Me negué a ser un “boludo alegre”..., psicótico amante de las tetas y culos, y no de las personas.

De convertir objetos en cultos.

De personajes intelectualmente livianos.., que desde micrófonos, luces y parlantes..., mutan en ideólogos generacionales de las formas del ser.

A que se tilde de valiente a quienes se escudan en los poderes o las enfermedades. A que la neo transgresión sea transar.

A dejar que me vendan sus espejitos de colores a cambio de la integridad de mi alma. A cambio de mi humanidad.

Nunca estuve de acuerdo que nadie es en sí mismo una isla. Estoy más que seguro que se puede. Los que hicieron historia lo fueron. Fueron islas. Islas..., por la voluntad inquebrantable de no sentirse parte de un continente que se hunde por su propio peso.  

Pero, también estoy seguro que ya nadie será capaz de hacer historia. Y no es pesimismo, es pensamiento lógico y desde las pruebas recogidas en los años. Los tantos que llevo observando desde la pacifica felicidad, los avatares de esta nueva global sociedad, masificada y sodomizada gracias a su inconsciente ignorancia de los verdaderos hechos. Que tampoco, por cierto, le interesa tanto ni conocerlos, ni dejar de ser abusada íntimamente y sin consentimiento.

Una sociedad sado masoquista y caníbal.

Que se come a sus propios vástagos, nutriéndose desde envidias y egoísmos.

Que llama “perdedores” a los que por ser únicos.., quedan fuera del ideal del sistema.

A los que se ríen a costa de ellos y luego no pueden estar solos..., con sí mismos de la vergüenza de una existencia sin ser..., solo “un bloque más en la pared”.., y se saben miserables.

Porque la verdadera soledad es la de las masificaciones, y la consecuente despersonalización. Nunca se está solo, cuando uno es su propio dueño, dueño desde el auto respeto y libertad de criterios.

Y creo que flagelarse o mutilarse, es una traición a uno mismo y la causa. Porque nadie que pelea por algo, favorece al oponente, debilitándose. Ningún soldado se mimetizaría con el enemigo y terminaría compartiendo sus métodos a la espera que la guerra fuese ganada por generación espontanea.

Y porque del quejoso mediocre, que por miedos y complejos, convive con el establishment, reptando en sus deposiciones, me cansé.

Es entonces que decidí dejar los lugares habitados y pelear desde la honestidad de la naturaleza que nada esconde. Alejado de las lastimas que me generaban los seres queridos..., ahora ya definitivamente absorbidos por la masa.

Esgrimiendo como la única arma que aprendí a manejar, las letras, a la espera que alguien alguna vez..., entienda y responda en mi idioma.

Esperando cada uno y todos los días de mi vida..., alguien que busque también en mi lugar, su lugar.

Alguien deberá de responder en algún momento. Alguien lo hará o quizá no. Dudo, pero deseo y espero.

 

El día esta feneciendo cuando a duras penas distingo desde los rayados de los espejos de mis anteojos..., el vehículo que estaciona en las tranqueras de entrada y deposita la caja envuelta en papeles que la decoran con dudoso gusto.

Mi hermano y su generosidad semestral. Tabaco de pipa suficiente..., algunos libros y vituallas variadas.

Unas fotos de familia..., donde se muestran las alturas logradas por los componentes más pequeños del clan.., en elocuente demostración que pronto dejarán de serlo.

Entre ellas un sobre..., un sobre del cual casi ya me había olvidado.

Un sobre sin remitente....,con mi nombre en su frente como destinatario.

El sobre de una carta….

 

leenfantterrible